Tener sobrepeso es tan malo para la salud como fumar y conlleva el mismo riesgo de muerte prematura, que además aumenta si se conjugan los dos factores, según un nuevo estudio publicado este miércoles en el sitio de internet del British Medical Journal.
Los autores del estudio, dirigido por Martin Neovius, del Departamento de Medicina del Instituto Karolinska de Suecia, analizaron la causa de la muerte de más de 45.000 hombres sometidos a un seguimiento a través de pruebas desde que tenían 18 años.
A esos individuos se les preguntó si fumaban y en qué cantidad, además de medir su índice de masa corporal (IMC). El IMC es la relación entre el peso y la talla. Se calcula dividiendo el peso del individuo por la talla al cuadrado.
El peso normal corresponde a un IMC entre 18,5 y 24,9. El sobrepeso corresponde a un IMC entre 25 y 30 y la obesidad es cuando se tiene más de 30 de IMC.
Cada uno de los individuos estudiados fue seguido luego durante una media de 38 años.
El estudio puso de manifiesto que los adolescentes obesos tienen tanto riesgo de morir prematuramente como los fumadores de más de diez cigarrillos al día.
Así, comparados a los adolescentes de peso normal, los que estaban en sobrepeso a los 18 años o fumaban menos de diez cigarrillos al día, aumentaban en la mitad el riesgo de muerte prematura mientras que los obesos, así como los grandes fumadores, duplicaban ese riesgo.
Fumadores o no, lo que tenían un peso inferior a la media no aumentaban ese riesgo, salvo si su IMC era inferior a 17, caso este último en que tenían el mismo riesgo de muerte prematura que la gente con sobrepeso.
Los autores del estudio subrayaron que desde el comienzo de las pruebas, en 1969, el número de jóvenes suecos en sobrepeso se triplicó, el número de obesos se quintuplicó y, en cambio, el número de fumadores disminuyó a la mitad.
El estudio, hecho sólo entre hombres, completa otro llevado a cabo sobre una muestra de más de 100.000 varones en Estados Unidos cuyos resultados, publicados en 2005, fueron similares.
Los autores del estudio, dirigido por Martin Neovius, del Departamento de Medicina del Instituto Karolinska de Suecia, analizaron la causa de la muerte de más de 45.000 hombres sometidos a un seguimiento a través de pruebas desde que tenían 18 años.
A esos individuos se les preguntó si fumaban y en qué cantidad, además de medir su índice de masa corporal (IMC). El IMC es la relación entre el peso y la talla. Se calcula dividiendo el peso del individuo por la talla al cuadrado.
El peso normal corresponde a un IMC entre 18,5 y 24,9. El sobrepeso corresponde a un IMC entre 25 y 30 y la obesidad es cuando se tiene más de 30 de IMC.
Cada uno de los individuos estudiados fue seguido luego durante una media de 38 años.
El estudio puso de manifiesto que los adolescentes obesos tienen tanto riesgo de morir prematuramente como los fumadores de más de diez cigarrillos al día.
Así, comparados a los adolescentes de peso normal, los que estaban en sobrepeso a los 18 años o fumaban menos de diez cigarrillos al día, aumentaban en la mitad el riesgo de muerte prematura mientras que los obesos, así como los grandes fumadores, duplicaban ese riesgo.
Fumadores o no, lo que tenían un peso inferior a la media no aumentaban ese riesgo, salvo si su IMC era inferior a 17, caso este último en que tenían el mismo riesgo de muerte prematura que la gente con sobrepeso.
Los autores del estudio subrayaron que desde el comienzo de las pruebas, en 1969, el número de jóvenes suecos en sobrepeso se triplicó, el número de obesos se quintuplicó y, en cambio, el número de fumadores disminuyó a la mitad.
El estudio, hecho sólo entre hombres, completa otro llevado a cabo sobre una muestra de más de 100.000 varones en Estados Unidos cuyos resultados, publicados en 2005, fueron similares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario