NO VIO LA MOTO

Ante la mirada atónita de sus amigos, joven estudiante se salvó de morir, luego de que fue atropellado por veloz automovilista, en el bulevar Everardo Márquez, en Pachuca. Héctor Godínez Vázquez, de 19 años, se encontraba conviviendo, presuntamente, en el bar El Atico, frente a donde ocurrieron los hechos, aproximadamente a las 18:20 horas. Aparentemente un descuido, se dijo, ocasionó que tratara de cruzar la transitada avenida y un coche que circulaba de sur a norte lo alcanzó. Por el impacto, su cabeza golpeó el parabrisas y el joven cayó como a cuatro metros del lugar, con el rostro ensangrentado. Perci Canales Canales, chofer del vehículo Honda, color gris, matrícula HLR-2676, de Hidalgo, justificó que no tuvo la culpa. "No tuve la culpa. El muchacho se atravesó a pesar de que vio que ya estábamos muy cerca. No pude evitar el contacto", mencionó. Asimismo, aclaró que nunca intentó huir. "Por eso me entregué voluntariamente, para deslindar responsabilidades", expuso. A la hora en que ocurrió el accidente, Canales iba acompañado de su esposa y sus dos hijos, quienes se llevaron el susto de su vida. Según testigos, fue muy impresionante la forma como el joven salió proyectado por el golpe del automóvil. En un primer momento, el chofer del Honda continuó su marcha, pero en unos cuantos minutos, viró el volante para verificar el estado de salud del alumno. Cuando arribaron los técnicos en Urgencias Médicas de la Dirección de Seguridad Pública del Estado, él continuaba ahí. Asimismo, llegaron, también, los paramédicos de la Cruz Roja, quienes a simple vista diagnosticaron fracturas en pie y brazo izquierdos. Su novia, de quien se desconoce su nombre, reconoció que habían estado en el citado bar, junto con otros amigos. Mientras que el joven fue trasladado a un hospital, el tripulante del vehículo gris fue remitido a la barandilla municipal, hasta en tanto se deslindan responsabilidades.

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