Era la primera vez que veía a los bomberos en acción. Robinson Calva, de 6 años, se subió en los hombros de su padre par
a contemplar el movimiento de las autobombas rojas. “Yo quiero ser bombero de grande. Es emocionante”, dijo. Él fue uno de los cientos de transeúntes que, el sábado, se agolparon en la Veintimilla y Juan León Mera(La Mariscal) para ver el simulacro de emergencia. La actividad fue organizada por los 64 años de vida institucional que cumplirán los casacas rojas, mañana. En la simulación, que duró 25 minutos, participaron 55 uniformados en sus cuatro áreas de acción: rescate, materiales peligrosos, atención prehospitalaria y contraincendios. Luis Llumiquinga, teniente de Bomberos, sostuvo que “el objetivo del simulacro es identificar errores para no cometerlos en una emergencia real”. El automotor que llamó la atención fue el denominado ‘snorkel’, que permite con una escalera eléctrica ascender y apagar los flagelos en altura. “Tenemos personal especializado y vehículos tecnificados. Nos modernizamos desde que el Cuerpo de Bomberos es municipal”, aseguró Jaime Benalcázar, comandante de la entidad, desde hace ocho años. Agregó que hace una década, el presupuesto de los casacas rojas era de USD 500 000. “Teníamos equipos de 1979, era imposible trabajar”. “En el 2007, nuestro presupuesto fue de USD 12 millones y en este año, será de USD 15 millones”, indicó Benalcázar. En el 2000, la entidad se separó del Ministerio de Bienestar Social y, a través de una ordenanza de institucionalización del Concejo , se adscribieron al Cabildo. De los USD 15 millones, el 40% se destina en personal, 10% en servicios básicos y 50% en equipamiento. Los sueldos líquidos de los bomberos oscilan entre los USD 2 464, 47 y USD 468, 41. Según las cifras de la Corporación Metropolitana de Seguridad y Convivencia Ciudadana, entre el 2003 y el 2007 se recaudaron USD 25 811 257, de la tasa de seguridad. De esta cantidad, el 21% se destinó para Bomberos y 911. Benalcázar explica que ese dinero no es parte del presupuesto de su entidad, sino que sirve para las obras que el Municipio realiza como los Sistemas Integrados de Seguridad (SIS) que se han edificado en todo el Distrito. La Alcaldía coincide en que los Bomberos trabajan con recursos y administración propios. “Su presupuesto no proviene de la tasa de seguridad”. Los ingresos de Bomberos se conforman de un rubro de la planilla de luz, el 0,15 por mil del Impuesto Predial y de los permisos de funcionamiento que otorga en el Distrito. Hace 10 años, en la ciudad había ocho estaciones bomberiles, ahora operan 17. Esto, según Benalcázar, permite llegar a las emergencias en menor tiempo. En este año se construirán dos nuevos destacamentos en Pifo (al nororiente) y Puengasí (al sur oriente). Además, está el proyecto de una Escuela de Formación de Bomberos, que funcionará en Guayllabamba. Mañana también se cumple un año desde que el centro de emergencias 911 se adjuntó a los Bomberos. Según Gabriel Barahona, quien trabaja en atención prehospitalaria desde hace seis años, con el cambio hubo mejoras. “Recibimos más capacitación y ahora van adquirir 20 ambulancias, que antes no teníamos”, recalca.

No hay comentarios:
Publicar un comentario