La mujer fue identificada como Sandra Marcela Ramírez, de 44 años. Aparentemente, venía reclamando desde hacía años un crédito para comprarles una casa a sus padres. En ese edificio están las oficinas del Instituto de Vivienda de la Ciudad. Como seguía sin respuestas para su pedido, y en pleno ataque de nervios, a las 10.30 logró acceder a la terraza y se trepó a una viga. Desde más de nueve pisos de altura, y a metros del Obelisco, amenaz
aba con tirarse al vacío. Automáticamente, empezó a llamar la atención de la gente que caminaba por esa zona del Centro. Por seguridad, el tránsito en ese tramo de la 9 de Julio tuvo que ser cortado. Los bomberos se acercaron e intentaron convencer a Sandra de que se bajara. Pero ella (con pantalón negro, blusa roja y anteojos de sol) se negó, y, casi en actitud provocadora, hasta caminó y se sentó varias veces sobre la viga, tomándose con ambas manos de los tensores. Cuando vieron que la mujer no iba a bajar por su cuenta, los bomberos intentaron sacarla por la fuerza. Pero por el riesgo de que se cayera, y el considerable peso de la mujer, desistieron. Entonces, los bomberos pasaron al plan B. Ataron a Sandra con sogas para que no se cayera, y uno de ellos le pegó un cabezazo, con el casco puesto, para debilitarla. Tras esto, lograron subirla por la escalera de la grúa que estaban utilizando. Al llevarla a tierra, la subieron a una ambulancia del SAME, que la llevó al Hospital Argerich. Tras el incidente, el Gobierno porteño aclaró en un comunicado que la mujer no es empleada pública, y que estaban investigando cómo había accedido a la terraza, que siempre está cerrada con candado.

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